En Kintsugi una familia se rompe y quienes la integran van buscando formas, a veces sutiles, a veces extremas, de reparar las cosas. Personajes que se refugian en sus trabajos o en la atención dedicada a los demás, que recurren a la tecnología como forma de organizar sus afectos, de realizar pequeños gestos de vigilancia o, incluso, para sobrevivir en un mundo precario.
Uno de los aspectos que más se descartan en la obra, es saber contar historias, en donde una serie de cuentos camuflan una novela, estas nos habla de saber reconstruirnos a pesar de las heridas que podamos cargar como seres humanos.
Chile
144
13 x 20 cm
Rústica