El humor de Olea es simple y elegante. No necesita de gran colorido ni de formas retorcidas o especialmente graciosas para llegar a nuestra alma.Sus personajes, física y mentalmente, son muy parecidos a nosotros: seres con miedos, angustias, problemas, frustraciones, fantasías, placeres, alegrías, perversiones, y un interminable etcétera. Estos cartones tienen el poder de hacernos reír incluso en la melancolía más profunda, al tiempo que nos muestran, como si estuviéramos en una casa de espejos, distintos y desconocidos ángulos de nuestro ser.
Más que humor, Olea sabe hacer reflexionar a un amplio público sobre cuestiones emocionales, como la angustia o las alegrías, pero también sobre nuestro sistema de vida sin perder el humor y la ironía.
Chile
234
23 x 18 cm
Rústica